¿Recuerdas ese olor de tu infancia a pan recién hecho, a pastas horneadas y a empanadas calientes, cuando pasabas por la
puerta de la pastelería de toda la vida de tu barrio?
Pues eso es la Pastelería Mariano Hernández, una pequeña empresa familiar fundada en 1950 por mi Abuelo Mariano que
durante 3 generaciones ha conseguido mantener el cariño, el saber hacer y los sabores de las recetas tradicionales.
Desde entonces mi padre y mis tías, y ahora yo, nos hemos dedicado a mantener el legado familiar,
siempre comprometidos con la producción más artesana.
Hoy seguimos trabajando en el mismo obrador, con las mismas máquinas de mi abuelo e incluso,
a menudo, hasta con las mismas cucharas.
El resultado es una pastelería y bollería que te llevarán a otra época,
con el valor añadido que solo tienen las cosas hechas a mano,
con el tiempo y el mimo que necesitan.
Ahora tengo la suerte de poder ir incorporando algunas nuevas recetas,
y muchas muchas tartas personalizadas que hacen felices a nuestros clientes en sus momentos más especiales.
Por último, me encantaría presentaros al pequeño y dulce equipo que me acompaña
y hace que Mariano Hernández continúe, pero sin perder su esencia.